Todas las personas, en todas partes, deberían tener acceso a alimentos buenos que no le cuesten al planeta. Pero ¿Qué hace que los alimentos sean buenos o malos? ¿La nutrición? ¿El sabor? ¿El impacto que tienen en nuestro planeta? ¿O cómo y quién los cultivó?
Todos estos son factores que influyen en la elección de alimentos que hacemos cada día. Sabemos que una dieta variada y de origen vegetal es mejor para nuestra salud y para la salud del planeta, pero si queremos que las personas hagan el cambio, es necesario contar con opciones basadas en plantas y vegetales que sean accesibles, asequibles y deliciosas, sin duda, deben estar disponibles como la primera opción.
Por ello, nos propusimos un nuevo objetivo, lograr en los próximos 5 a 7 años, un negocio de productos alimenticios de origen vegetal con valor de mil millones de euros, siendo una clara alternativa a la carne y los lácteos. Esto significa que las personas verán una gama más amplia de opciones veganas y vegetarianas en nuestras marcas de alimentos.
¿Por qué no funciona el sistema alimentario mundial?
Queda claro que se necesitará mucho más que alimentos de origen vegetal para arreglar el sistema alimentario mundial. El complejo proceso de llevar los alimentos del campo a la mesa le está quedando mal a muchas personas. Además, hay demasiado desperdicio y destrucción de nuestros recursos naturales.
Vivimos en un mundo en el que dos mil millones de personas tienen obesidad, mientras que mil millones padecen hambre. Más del 20 por ciento de los gases de efecto invernadero son emitidos por la producción de alimentos y, sin embargo, un tercio de estos se tira a la basura.
Al ser uno de los mayores fabricantes de alimentos del mundo, tenemos la responsabilidad de colaborar para crear un sistema alimentario que sea justo para todos. Esta es la razón por la que estamos lanzando “Alimentos del Futuro”, nuestro plan para ayudar a las personas a hacer una transición hacía dietas más saludables y que ayuden a reducir el impacto ambiental, generando más alternativas vegetales. Nuestros compromisos también incluyen:
- Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en las operaciones de Unilever desde la fábrica hasta el punto de venta, al 2025.
- Duplicar la cantidad de productos a base de frutas y vegetales, nutritivos y sustentables, al 2025.
- Continuar disminuyendo las calorías, la sal y el azúcar en todos nuestros productos.
Estos nuevos objetivos se suman a los que ya teníamos, como lograr una cadena de suministro libre de deforestación al 2023, reducir a la mitad el uso de plástico virgen para el 2025 y lograr cero emisiones en todos nuestros productos para el 2039.
¿Por qué son importantes las plantas?
Entonces, ¿por qué estamos empezando por las plantas? La ganadería es el segundo mayor generador de gases de efecto invernadero (GEI) después de los combustibles fósiles y una de las principales causas de deforestación, contaminación del agua y del aire, así como de la pérdida de biodiversidad. Reducir nuestro consumo de carne es esencial. Las nuevas investigaciones han mostrado que al cambiar a una dieta basada en plantas y vegetales podríamos reducir nuestra huella de carbono personal hasta en un 35 por ciento.
Hacer de las opciones vegetales la nueva normalidad
Es un enfoque que no solo es bueno para el planeta, es bueno para el negocio también. Dos años después de adquirir The Vegetarian Butcher hemos colocado esta marca líder de carne vegetal en 30 países. La mayonesa vegana Hellmann’s está disponible en 33 países y Ben & Jerry’s ya tiene siete alternativas sin lácteos. Además, el primer helado vegano de Magnum ha sido galardonado por PETA con el Premio al mejor helado vegano en 2019.
«La alimentación diaria de la persona promedio tendrá que cambiar drásticamente durante las siguientes tres décadas para asegurar que todos se alimenten sin desgastar el planeta. Al transformar los hábitos alimenticios, mejorar la producción alimentaria y reducir el desperdicio de alimentos, podemos empezar a resolver estos problemas», comenta Jessica Fanzo, profesora de política y ética alimentaria y agrícola mundial, de la Universidad Johns Hopkins.
Jessica agregó: «Los compromisos de Unilever son integrales para ayudar a las personas a hacer cambios en su alimentación, con productos que conocen y que adoran».
Reducir el desperdicio de alimentos a la mitad
Además de cambiar nuestra forma de comer, reequilibrar el sistema alimentario mundial demanda una reducción del desperdicio y pérdida de alimentos. Actualmente, un tercio de los alimentos producidos a nivel global se tira a la basura y entre el 40 y el 45 por ciento de ese desperdicio proviene de nuestros propios hogares.
Las consecuencias económicas y ambientales de este desperdicio son gigantescas, como explica Liz Goodwin, catedrática emérita y directora del World Resources Institute: «La pérdida y el desperdicio de alimentos tienen un impacto masivo en términos de costos a la economía global, el medio ambiente y la sociedad. Sabemos que la pérdida y desperdicio de alimentos contribuyen con cerca del ocho por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, así como a malgastar la tierra y el agua que se usa en la producción de estos».
Como firmantes de la iniciativa Champions 12.3 10x20x30, ya nos habíamos comprometido reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en nuestras operaciones, al 2030; hoy estamos adelantando esa fecha límite al 2025.
«Necesitamos que tantas empresas como sea posible prioricen esta problemática, y tomen medidas para reducirlo», agrega Liz.
Reequilibrar nuestra alimentación con más opciones saludables
Cultivar una revolución basada en plantas y vegetales no es suficiente, la transición a una alimentación más sana también requiere que continuemos reformulando nuestros productos para cumplir con los más altos estándares nutrimentales.
Seguir disminuyendo la cantidad de azúcar, sal y calorías de nuestros productos es una parte central de nuestro compromiso. Ya implementamos un límite de 110 calorías en nuestros helados infantiles y hemos disminuido cada vez más la sal, el azúcar y las calorías en nuestros productos, incluida una reducción de 1000 toneladas anuales de sal en las sopas en sobre, caldos y sazonadores de nuestra marca Knorr.
Nuestra estrategia “Alimentos del Futuro” busca ampliar estas reducciones, para que 85 por ciento de todos nuestros alimentos contengan un máximo de ingesta diaria de 5 g de sal para el 2022, y que el 95 por ciento de nuestros helados contenga no más de 22 g de azúcar y 250 Kcal por porción, al 2025.
Luchar contra las deficiencias alimentarias con opciones fortificadas
También estamos comprometidos con producir más alimentos fortificados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos mil millones de personas siguen afectadas por deficiencia de micronutrientes; fortificar los alimentos con pequeñas dosis seguras de los micronutrientes esenciales como las vitaminas A y D, el yodo, el hierro y el zinc es una forma sencilla de contrarrestar esta deficiencia. Para ello, al 2025 duplicaremos la cantidad de productos que ofrecen una nutrición positiva, que contengan cantidades significativas de vegetales, frutas, proteínas y micronutrientes.
Se seguirán los pasos bien establecidos de productos como los atoles Maizena, que están fortificados con 9 vitaminas y minerales, y han impulsado la nutrición de los niños en México durante generaciones.
Crear una alimentación adecuada para el futuro
Claro, el éxito de estas iniciativas requiere que innovemos para que podamos llegar a estos nuevos objetivos de salud sin sacrificar el sabor.
Más de 500 expertos de Unilever están trabajando para crear una nueva generación de alimentos nutritivos que se adecuen al futuro. Aquí es donde la start-up de biotecnología, Algenuity, está colaborando con nuestro equipo de Investigación y Desarrollo, para explorar formas de lanzar al mercado alimentos a base de microalgas.
Colaboraciones como ésta son cruciales si queremos lograr nuestros ambiciosos objetivos, y ésa es la razón por la que también estamos llamando a productores, ONGs, universidades y comunidades para que trabajen con nosotros, a fin de crear el cambio sustentable que el sistema alimentario mundial necesita urgentemente.
Ya sea el programa continuo, Caring Dairy de Ben & Jerry’s, que paga un bono a los productores de leche que usen prácticas sustentables, o el hecho de que Knorr se asocie con WWF para compilar el informe de Los 50 Alimentos del Futuro, destacando los alimentos que deberíamos comer más, el objetivo no deja de ser el mismo: ayudar a restaurar nuestro sistema alimentario a fin de que sea nutritivo, justo y sustentable para todos.
Nuestra estrategia “Alimentos del Futuro” no solo marca la transformación de nuestros negocios de alimentos, también es nuestro compromiso para ayudar a transformar el sistema alimentario mundial, solo entonces, cualquier persona, en dondequiera que se encuentre, tendrá acceso a una alimentación nutritiva y asequible que sea buena para el planeta.